La búsqueda del cazador que desapareció ayer en la Isla de Mona se reanudó a las 5:00 a.m. de hoy sin que aún se hayan logrado pistas de su paradero, confirmó la secretaria del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales, Tania Vázquez.
En los esfuerzos de hoy, según detalló, se han unido otros tres vigilantes. En la isla ya hay unos cinco oficiales del Cuerpo de Vigilantes. Además participan agentes de las Fuerzas Unidas de Rápida Acción (FURA) de la Policía y la Guardia Costera.
Precisó que el lugar de búsqueda también se amplió de la última zona en que fue visto hacia toda la isla.
“Ya se contactó a la familia y se le están dando detalles de la búsqueda”, comentó durante una actividad en la que le entregó al Cuerpo de Vigilantes una lancha modernizada, dos vehículos todoterreno, computadoras portátiles y radios.
De inmediato, la secretaria no proveyó el nombre y la descripción física del cazador. Solo dijo que tiene 38 años, es puertorriqueño y que es "un cazador experimentado".
"Ha ido ya en cuatro ocasiones (a cazar en la Isla de Mona). Usualmente, el que regresa tiene sus licencias y adiestramiento", indicó Vázquez.
Asimismo, dijo que el hombre llegó a la reserva natural el miércoles, 14 de marzo, junto a un grupo de 54 cazadores y que la última vez que se supo de su paradero fue a través de una comunicación que realizó a eso de la 1:00 p.m. del pasado martes con su radio satelital.
Añadió que en la ronda que realizaron los vigilantes a las 9:00 p.m. del martes fue que se les informó que este estaba desaparecido. Fue entonces que se activó el protocolo y la búsqueda en la mañana de ayer. El proceso se detuvo a eso de las 6:00 p.m., con la caída del sol, y se reanudó hoy.
En lo que se continúa con la búsqueda, el DRNA suspendió el permiso de cacería en Isla de Mona.
Actualmente, en esta reserva natural se pueden cazar cabros y cerdos. La temporada, generalmente, comienza en diciembre y termina en marzo. Sin embargo, algunos años podría extenderse hasta abril.
La caza se realiza con escopeta calibre .22, sostuvo la secretaria.
"Se es riguroso con la caza allí, porque es un terreno bastante seco, la vegetación es bastante densa, hay muchas cuevas que la gente se puede hundir. Por eso se recomienda que no se camine fuera de las veredas, porque puede representar un peligro", enfatizó Vázquez.
Según datos provistos por el DRNA, en la Isla de Mona se han muerto dos personas en la última década y se han extraviado sobre ocho más.
"Las muertes registradas en Mona responden a las altas temperaturas. Esto se conoce como un heat stroke, lo que provoca que la persona se desoriente en minutos y pierda conocimiento. De no ser encontrado con prontitud, las probabilidades de sobrevivencia son casi nulas", estipuló la agencia en las declaraciones que se suministraron junto a las estadísticas de muertes solicitadas por endi.com.