Carta abierta al Presidente Obama para la liberación de Oscar López

Carta abierta al Presidente Obama para la liberación de Oscar López

Estimado señor presidente Barack Obama:

Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo, la comunión del Espíritu Santo y el amor de Dios padre y madre de toda la creación sea con usted, y con el pueblo de los Estados Unidos de América. Por este medio nos acercamos a usted respetuosamente y le rogamos que conceda la libertad incondicional a nuestro hermano Oscar López Rivera.

oscarLa Iglesia Metodista de Puerto Rico, consciente de su deber de “pregonar libertad a los cautivos… y poner en libertad a los oprimidos” (Lc 4.18) se ha unido al reclamo del Concilio de Iglesias de Puerto Rico y a las organizaciones no gubernamentales de nuestro país y, a las ramas del gobierno de Puerto Rico en una solicitud encarecida a usted para que ejerza su poder de clemencia e indulto presidencial y libere a Oscar López Rivera ahora.

Oscar López Rivera ha estado preso en el sistema penal de los Estados Unidos desde hace 35 años. Oscar es el prisionero político que lleva sirviendo la sentencia más larga en el mundo. La mayoría del pueblo puertorriqueño entiende (y nosotros con ellos) que es hora de que Oscar sea liberado para estar con su hija, el resto de su familia y la comunidad, gozando de los dones que el creador nos ha dado en esta vida.

La Iglesia en su obligación de abrir su boca por la causa de las personas que no tienen voz (Prov 31.9), le solicita muy encarecidamente que afirme su presidencia con una señal de reconciliación, paz, justicia y generosidad. Le solicitamos que lleve a cabo un acto humanitario en defensa de Oscar López Rivera. La liberación de López Rivera es una gran oportunidad para usted cerrar una página dolorosa en nuestra historia común y comenzar una nueva página llena de esperanza.

Señor Presidente, le rogamos a nombre de nuestra común fe en Jesucristo, que vino a liberar a los cautivos, libere a Oscar ahora. Con este acto de compasión y justicia su presidencia mostrará señales de esperanza para todo nuestro pueblo. Señor Presidente, por la experiencia de sufrimiento que nos hermana en la lucha por un mundo mejor, por la compasión que nos es común, por la necesidad de llevar a cabo actos que muestren un cambio hacia la convivencia en paz y justicia, deje que Oscar López Rivera regrese a casa, ahora.

Ansiamos recibir su respuesta.

¡Qué la gracia de nuestro Señor Jesucristo, quien vino a pregonar la libertad a los cautivos, sea con usted y con todo el pueblo de los Estados Unidos de América!

Cordialmente,

Obispo Rev. Héctor F. Ortiz Vidal y
la Iglesia Metodista de Puerto Rico

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